Dios escoge a quien quiere, Mateo 1:1-17

Dr. Luis Gomez Chavez

Me encanta saber que Dios es soberano y que él tiene una manera muy particular de trabajar. Reconocer la soberanía de Dios es una gran decisión que da tranquilidad, confianza y seguridad. Digo esto porque cuando confiamos en Dios sabiendo que él es soberano, perfecto y poderoso, dejamos que él haga todo sin cuestionarlo, y aún cuando hayan cosas que no entendemos, no ponemos en duda su participación sino que seguimos confiando tranquilamente en él.

Dios prometió enviarnos a Su Hijo como el Salvador del mundo, único capaz de librarnos de la muerte, redimirnos y traernos a la comunión que Adán y Eva tenía antes que desobedecieran. Lo interesante es que Dios escogió a ciertas personas como sus instrumentos genealógicos por los cuales pasaría la linea biológica Jesús el Salvador. La perspectiva humana no actua así, y mucho menos escoge así. Dios escogió a un mentiroso como Jacob, a un Judá injusto, a una Tamar caprichosa y tramposa, a una inteligente ramera de Jericó, a una Rut pagana con carácter, a un David adultero y una Betsabé infiel, a un Salomón mujeriego, que no lo merecían por sus condiciones, pero Dios en su libre dimensión de decisión, los escogió así. Entre ellos hay patriarcas, reyes, rameras, extranjeras, y personas comunes, pero Dios sin hacer distinción, los transformó y los escogió para su Gloria.

Así es Dios de especial. Nadie lo obliga a hacer algo, solo hay algo que lo motiva a escogernos, su gran amor y la condición de cada persona en el mundo. Lo mejor de todo es que quien es escogido por Dios no solo experimenta un cambio de vida, sino que el future de su vida es segura, dejamos de ser los mismos de antes. Juan 3:16 dice que él amor suyo es grande que lo ofrece a todas las personas del mundo, sin importar su condición, es más, a mayor pecado del hombre, más es la gracia y la misericordia de Dios. 2 Co. 5:17 dice que quien es escogido por Dios y la persona acepta al Dios que lo elegió, viene a ser una nueva criatura, pasa de muerte a vida, déja de ser y hacer lo que antes era y hacía. Viene a ser una nueva persona, Juan 1:12 se convierte en un hijo de Dios para siempre.

Si Dios te invita para que creas en él, sin importar lo que tu eres y haces, y prometiendote una nueva vida, una vida eterna, es porque él te ama con profundo amor, con un amor que jamas alguien te ha podido dar. Cree hoy mismo en Dios y experimenta una verdadera transformación, pues pasarás de muerte a vida, de criatura a hijo, de una vida religiosa a una relación personal con tu Dios Creador, el Dios que escoge como él quiere

Deja un comentario