Efectos de la doble personalidad

Día 181

Gálatas 2

Dr. Luis Gómez Chávez

Lectura del Nuevo Testamento

 

La reflexión de hace unod días se trato sobre el tema “doble identidad” donde aclaré que podía verse de dos puntos de vista, uno negativo realista y el otro positivo realista e idealista. Hoy basados en Gálatas 2, el apóstol Pablo trata el punto de vista negativo realista, y lo llama por su nombre, hipocresía (v.13).  Quiero detenerme ahora en los efectos que se dan cuando se tiene este tipo de actitud o práctica. La Wikipedia dice: la hipocresía es la actitud constante o esporádica de fingir creencias, opiniones, virtudes,  sentimientos,  o estándares que no se tienen o no se siguen. La persona hipócrita finge cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente tiene o experimenta. La hipocresía en si es un tipo de mentira o pantalla de reputación.  La hipocresía puede venir del deseo de esconder de los demás motivos reales, o sentimientos. La hipocresía no es simplemente la inconsistencia entre aquello que se defiende y aquello que se hace.

Según la etimología de la palabra hipocresía, de nuevo esto es lo que dice la Wikipedia: proviene del latín tardío hypocrisis y del griego ὑπόκρισις (hypokrisis), que significan «actuar», «fingir» o «una respuesta». También se puede entender como viniendo del griego hypo que significa «máscara» y crytes que significa «respuesta» y por lo que la palabra significaria «responder con máscaras».  La palabra «hipócrita» proviene del griego ὑποκρίτης (hypokrites), cuyo verbo asociado es υποκρίνομαι (hypokrinomai), es decir, «tomo parte».  Entonces, la idea concreta del uso de la palabra es para referirse a una persona que se coloca una máscara para  fingir, mentir o aparentar lo que no es.  Quiere decir que cuando Pablo utiliza esta palabra en Ga. 2:13 sabe por qué razón la está usando y el significado que le da.

Es el apóstol Pablo quien dice ‘hipócritas” a Pedro, y a quienes se unieron  para tener dos tipos de actuaciones, acomodándose a cada una de las situaciones como el camaleón.  Observe de cerca el texto.  Pablo viene contando lo que ha sido de su vidas desde que Dios lo detuvo yendo a Damasco, desde el capitulo uno hasta llegar al 2:11 donde decide confrontar a Pedro porque no soportaba ya la hipocresía con que estaba actuando y que estaba arrastrando a mucho otros, entre ellos a Bernabé.   Esto es lo peligroso, no solo porque es pecado ser hipócrita y que desagrada a Dios  sino que denigra el evangelio y confunde a los que lo escuchan.    Cuando se reunió con Pedro en Antioquia, lo resistió (confrontó) cara a cara, pero en este caso, por los efectos negativos que ya estaba causando, lo hizo frente a todos, que en este caso, son los discípulos o apóstoles que con ellos estaban.

Confronta la actitud incorrecta que Pedro y otros habían tomado, “comía con los gentiles cuando estaba con ellos, pero al estar con los judíos se apartaba de los gentiles y los obligaba a circuncidar como condición para ser salvos” (v.12, 14).   Primera palabra que usa Pablo para describir la mala actitud de Pedro, v.13 en su “simulación”, otros se unían a él, aun Bernabé fue arrastrado  por la hipocresía de ellos.

El efecto más grave no es simplemente que Pedro lo hacía para cuidarse de no ser linchado por los judíos, sino que muchos otros estaban creyendo lo que de fondo se estaba enseñando, que “para que un gentil fuera salvo debía circuncidarse según la ley”. Pablo les dice claramente que esto es una mala enseñanza  que estaban promoviendo ya que va en contra de la Biblia, la cual enseña que la salvación es por fe, por gracia, y que el hombre solo puede ser justificado por la fe en Jesucristo y no por obedecer la ley (v.16-19).  Hacer y enseñar esto es hacer nula la obra de Jesús. Creer que la salvación es por obra es decir que en balde murió Jesús en la cruz (v.21), es una gran mentira, una falsa enseñanza.

Se da cuenta porque Dios desaprueba la hipocresía, o el tener doble cara, doble imagen, doble ánimo, doble identidad, no solo porque es pecado sino por los efectos son desastrosos. Mucha gente es engañada, el evangelio es denigrado, y Dios no es agradado.  Pensándolo bien, ser hipócrita es ser mentiroso, es engañarse a uno mismo, es un problema de inseguridad, es problema de auto estima, y todo esto es pecado.   Aparentar lo que no se es, no decir la verdad de lo que se es, el actuar de una manera frente a alguien y de otra manera frente a otra persona, es engaño.  El fingir, el simular, es falta de honestidad, sinceridad, el no decir la verdad cuando la siente y debe decir, sonreír cuando no lo desea, el decir es un gusto saludarlo cuando no es verdad,  el cantar a la fuerza, todo esto es un lenguaje de la misma fuente. Todo esto trae efectos dañinos porque tarde o temprano alguien descubrirá la verdadera identidad.

Nosotros los hijos de Dios tenemos la nueva identidad, somos hijos de Dios, y como tal, debemos actuar, vivir, pensar y sentir basados o regidos a esa identidad en Cristo, somos nuevas criaturas (Ef. 4:1-2,17, 5:1,8,15).   Ser honestos es decir la verdad siempre, aunque duela, pero se debe decir con sabiduría y cuidado.  Somos hijos de luz, hijos de Dios, y debemos amar como Cristo nos amo, obedecer la Palabra como Cristo la obedeció, obedecer al Espíritu como Cristo nos lo ordenó, y cumplir la tarea que Jesús nos dejo.

Hacer esto, sentir esto y pensar esto, esa es nuestra única identidad en todo lugar. Son los efectos los que preocupan, pues del pecado, Dios se encarga de juzgarlo.   Sin embargo, que un hijo de Dios  tenga doble personalidad afecta no solo a unos, sino a muchos, y por esos efectos, también se encargará Dios.  Aunque de inmediato, él se encarga de confrontarnos. ¿Cómo pudo sentirse  Pedro al ser confrontado por Pablo frente a sus compañeros?   Eso es poco, comparado con la cuenta que nos pedirá Dios si es que nosotros actuamos con doble personalidad. Simplemente,  vivamos como hijos de Dios.

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