Nuestro Dios es Grande

Día 155
Salmo 135
Lectura de los Salmos 2016
Dr. Luis Gómez Chávez

La grandeza de una persona no lo hace la estatura, pues Goliat quien era grande de estatura y fuerte guerrero fue derrotado por un jovencito llamado David.    La grandeza de una persona no la hace la posición alta que tenga, ni la cantidad de dinero o fama que tenga, pues Salomón siendo el rey de Israel, el más sabio de todos los tiempos, su derrota comenzó con la alianza con una mujer egipcia.    La grandeza de una persona está en la capacidad que tenga de humillarse y ser humilde en toda su forma de vivir.    Esa grandeza solo se puede aprender de nuestro Dios quien es el único, el más grande de todos los dioses, de todos los hombres, de todo lo que existe.

Este salmo 135 resalta la grandeza de Dios.   Hace un llamado a todos a alabar a Dios por su grandeza (v.1), por su bondad, por los milagros hechos en el pasado (v.3-4, 7-12), por lo que él hace en el presente (v.6).  El versículo cinco es lo central dice David, “Yo sé que Jehová es Grande”, v.13 “Oh Jehová, eterno es tu nombre”.  Grande porque es el Creador de todo, Grande porque ha vencido a todos.  Nuestro Dios es grande porque es el único Dios verdadero, todo lo demás, sea ídolo, persona, imagen, escultura a lo que el hombre le rinde adoración, no tienen poder para vencer a Dios.  Los vv. 15-18 describe lo inútil y nulidad de los ídolos y de quienes se atreven a crearlos y de aquellos que ponen su fe y mirada en estos.

Dios es grande porque siendo Dios se humilló voluntariamente tomando forma de hombre, y estando en la condición  de siervo se humilló hasta morir en una cruz, con el propósito de mostrarnos su amor y ofrecernos la oportunidad de ser libres de la muerte eterna.   Morir en una cruz, es la muerte más humillante de esos los tiempos.    Sin embargo, Dios lo exaltó, le dio un nombre que es sobre todo nombre, y a diferencia de los ídolos que no tiene vida, y a diferencia de los seres humanos que se creen grandes, al morir, allí termina todo, vienen a ser solamente polvo. Más Jesús resucitó, y Dios lo hace Señor, porque él es nuestro Dios Grande.

Es por esta razón que en los vv. 19-21 hay un fuerte llamado a todos a bendecir, reconocer, celebrar, y honrar la grandeza de Dios.  Primero le dice a todo Israel como nación, luego a la casa de Aarón, el gremio sacerdotal, luego a toda la tribu de Levi, tribu escogida para el servicio de Jehová.   Pero al final, la invitación es a todos los que hemos creído en Dios, que lo hagamos también, que digamos en voz al cuello que Dios es Grande, que nuestro Dios es el más grande de todos, y de todo cuanto existe. Que solo en él tenemos vida, que solo él da vida, y que solo en él podremos vivir eternamente.  ¡ Vamos, alabe a Dios por su grandeza!   La grandeza de una persona lo hace su humildad.

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