La alabanza a Dios es una obligación

Día 189, Lectura de la Biblia en un año, Salmo 144-150

Dr. Gomez Chavez

Alguien ha dicho que a la fuerza ni comer es bueno. ¿Qué dirá Dios al ver que muchos cristianos a pesar de que ha sido bueno con ellos, cuando se trata de alabarlo, lo hacen a la fuerza. Jesús dijo que el Padre busca adoradores que le adoren en espíritu y en verdad. Y al leer el salmo 150 dice, “todo lo que respire alabe a Jehová”. En ambos casos, no se dice que la alabanza o adoración es opcional, ni que ha de ser emocional.

Entonces, es necesario enfatizar dos cosas sobre la alabanza. Una, que esta debe estar acompañada de autenticidad e integridad, porque esta ha de apegarse a la Palabra de Dios y ha de estar guiada por el Espíritu Santo. Esto nos lleva a la segunda verdad, que la alabanza no necesariamente ha de ser emotiva sino obediente. Quiero decir que a Dios debemos alabarlo porque él ordena que lo hagamos, y ha de ser alabado sea que lo deseemos o no. En fin la alabanza para un hijo de Dios es una obligación y no una opción.

Todo lo que respire, alaba a Jehová, aunque no sienta deseos de alabarlo. Filipenses dice que al fin de los tiempos, todo mundo, quieran o no quieran tendrán que reconocer que Jesús es el Señor, y tendrán que adorarlo con voluntad o a la fuerza. Es por ello que debemos corregir el mal concepto que mucho se repite, que el tiempo de la alabanza estuvo lindo porque me sentí muy bien. La alabanza y la adoración que se da a Dios en la iglesia, no es para que la congregación se sienta bien, sino que esta es para que Dios se sienta elogiado.

Todo lo que respire, alabe a Jehová, es una orden inclusiva, pues significa que todos los seres humanos deben alabar a Dios, sean estos cristianos o no, está contemplado acá también todo el reino animal, una vez respiren o tengan vida, en su forma y estilo, deben alabar a Dios, quieran o no. Niños, pre jóvenes, jóvenes, adultos y ancianos, todos están obligados a rendir alabanza a Dios. La alabanza no es solo cantada, es con la actitud, tiene que ver con el respeto, la obediencia, el amor y con las palabras y gestos.

El salmista David lo sabía muy bien, y en la mayoría de los salmos, David manifiesta su alto anhelo de alabar a Dios con su vida. Otra buena cantidad de salmos son de agradecimiento, otros de oración, petición, y algunos de mucho dolor o confesión. Sin embargo, aun en medio de circunstancias adversas, él siempre tiene un espíritu positivo de adoración y alabanza.

Es por ello que hoy, mi querido colega de lectura de la Biblia, sientas o no deseo de cantar, orar, ofrendar, hablar del evangelio, servirle a él, debes hacerlo, porque Dios así lo ordena. Hay una infinidad de maneras de alabar a Dios, no solo por el canto, y todas estas formas, siempre han de tener el mismo objetivo, dar gloria a Dios. Es más, el hecho de existir es la más grande razón para alabar a Dios, sienta deseos o no. Alabar a Dios es nuestra obligación, aunque sea a la fuerza. Claro está, que si lo hacemos con integridad, amor, entrega, y autenticidad, los resultados serán maravillosos y efectivos.

Acepte el reto hoy, que cada vez que adore a Dios en el templo por medio de los cantos, lo haga con sinceridad, entrega, alegría y seguridad. Hágalo así independientemente de la circunstancia en que esté.

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